miércoles, 23 de febrero de 2022

Madrugada de febrero

 

(la noche y las calles llenas de agua por
alguna cañería rota).

la calle a las dos de la mañana es otra
calle
y voy por esta no para evitar las otras
sino para leer
para pisar este cemento justo.

tengo que encontrar unos pasos
para esta caminata
tal vez mirar el cielo incendiarse
tal vez robar de una plaza una flor o un aroma
para tu pelo o tus sueños
-respectivamente-.
la verdad es que
nadie la conoce
pero el juego de dibujarla en la arena
solo para que el mar desdibujando
la aclare
es el sentido que he encontrado
pero el juego es infinito, debe ser que
alguien más haya encontrado otro sentido.

en la guerra o antes de la guerra
-he aprendido leyendo-
se juega con rabia y romanticismo
se habla y habla para contradecirse
se muestra una cara y no la otra
y nadie sabe que al final todos nos equivocamos
claro, algunos tienen razón, pero
muchos se equivocan
no por entrar en la guerra
sino de bando
sino de crueldad
sino de justicia
pero sobre todo se equivocan de amor.

no he comido en dos días
y he escondido en los cajones
los fósforos
-prohibidos-
para encender las velas y leer de noche
he dejado los versos semanales
en tu buzón de correo o en el patio de tu casa
ahí encontrarás el viento de mi alma
el respiro libertad necesario para los ojos.

martes, 8 de febrero de 2022

XII


los verdaderos poemas no tienen nombre,
o se perdieron al doblar la esquina,
tal vez se perdieron entre los regalos
mal recibidos de un conocido,
quizás aún permanecen agonizantes
esperando ser leídos;
ser escuchados (sus latidos
retumban las paredes del infierno, del alma humana y sus cavernas, cloacas citadinas);
esperando ser asesinos de una conciencia dormida,
de un corazón golpeado hasta el borde del sosiego.
puede ser que estén escapando de inconsciente
en inconsciente
para nunca ser escritos y vivir, y por lo tanto, morir.
muchos dicen que los poemas buenos nunca mueren
pero parece que el juego de ser dios se les queda en la cabeza.
TODO LO QUE VIVE MUERE.
y no lo digo yo, usted bien sabe que soy un gran ignorante, pero sé escuchar y callarme.
es sólo por este poema que hablo y no hablo.
habla la muerte y la duda.
la duda infinita de si los poemas que queman con ácido han sido escritos, y digo que no.
y me planteo la duda de si estaré desvariando o si aquellos poemas que me quemaron las manos con su papel y tinta
no son más que la sangre
de los mejores poemas,
que el poeta, como cazador intenta matar
-es decir, traer a la vida-,
es la sangre de esos poemas que escapando, recibieron una bala en las piernas o el torso.
Quien sabe en realidad si un buen poema puede juzgarse por su fuerza al entrar en la luz o sombras; o extraer las lágrimas del alma.
sé que me juzgo por el instante en que soy.
y dudo, tú te imaginas cómo, de las voces que salen a responder esa incógnita eterna.

Ciudad tumulto


el pelo me gotea sangre
después de mirarte la noche que
traes detrás de los ojos
gotea enormes pensamientos suicidas y claros
o una calle mojada con perros hambrientos
que muestran las costillas de la ansiedad
donde se sientan escritoras o prostitutas
a tomar el sol aunque corra viento helado
y nadie se queda quieto para observar
cada detalle húmedo de sus ropajes
cada detalle escondido en sus ojeras.

Intermittere



Flores cortadas
flores putrefactas
todo menos flores
antiflores
eso veo claramente,
detrás hay quizás una pareja besándose
o tres personas besándose
teniendo sexo excusándose en el frío
tres personas enterrando cuchillas de cocina
entre sí
antipersonas.

Al lado hay una calle, una avenida
es de noche, por lo que, brilla hasta la oscuridad
no hay espacio para el misterio
todo está iluminado para las cámaras
para el panoptico moral
para el gran hermano-padre
sujetos, en tanto, sujetados a sí mismos.

Me revuelvo las mariposas de la columna
rajo mi estómago y pecho
para que salgan
para no ser
para nada
para libertad
muerte de muertes
matemática original del vértigo
del vértice abismal.

Tiempo raído por sí mismo
sujeto a los humanos
tiempo rasgado por las uñas.
        Espacio ocupado
yo tú otro
otro ocupa su ser
yo ocupo mi ser
        espacio sin tiempo
luna de mis sueños y cálidos suspiros
o mar entrometido en mi tranquilidad
        espacio eterno del amor
de felicidad
felicidad entera del ser
por ser
por ocupar su espacio
y existir en el vacío
-o entre el vacío-
vacío ocupado por otros.

Todo transita por la mañana,
y el saludo de la existencia
vive en una mirada
o en un pan o libro que no ha sido regalado
en la lágrima de lágrimas
que lloramos cuando abrimos los ojos.

Sinfín

tengo que dejar de saber tanto
y no quiero saber tanto
eso basta de argumento
los otros no se callan
uno es quien debe dejar de escuchar.
tengo que seguir leyendo a Juan Villoro
tengo que terminar luego a Javier Cercas, después viene el regalo de Valentina y la cosa no termina nunca.
tengo que averiguar la manera de seguir trabajando y no morir
en el intento
digo,
el cansancio,
el amor,
la voluntad y los músculos
de las piernas no aguantan.
tengo que comer mejor,
por ejemplo,
terminar de comerme las almendras
-por el hierro-, por ejemplo, comer brocoli o coliflor por su calcio,
por ejemplo,
y la cosa no termina nunca.
tengo que mantener el buen ánimo de algunos días, para continuar,
porque la vida se vive.
debo ocupar mi ser enteramente,
no dejar que entre el ruido de las voces,
cuando cansado, empiezan a aparecer,
como desde las paredes,
como desde adentro.
tengo que seguir abstemio de
fumar un cigarro,
digo,
los cigarros nunca me han abandonado
pero puedo yo abandonarlos,
ya lo he hecho,
no se enojan,
de hecho ni les importa,
los cigarros, según teólogos, son como dios,
están ahí y puedes usarlos para calmarte
-aunque en el fondo te den ansiedad-
pero a ellos poco les importas.
tengo que ir a arreglar la cámara,
pareciera que el tío me la vendió mala,
no lo creo.
tengo que confiar en que puedo pararme solo, tengo los músculos en tensión
yo puedo, sé que puedo, cuando lo haga
no quedará nada por decir,
o sea, no mucho,
sólo haré lo que dije
y la cosa no termina nunca.

Pinos naranjos

Siento que se me va el aire, siento como si todo me aplastara y estuviéramos condenados a ser aplastados. Es una maquina hidráulica que pres...